Vale, te gusta el lettering. Has visto miles de vídeos, de imágenes, de posts en Instagram, y has decidido que tú también quieres escribir letras bonitas. Pero hay miles de marcas, miles de rotuladores, miles de puntas… ¿por dónde empiezo?
Lo primero es no agobiarte. No necesitas tener todos los materiales del mundo para empezar. De hecho, un simple lápiz ofrece un mundo de posibilidades. Pero, para organizarnos, en este post vamos a hablar fundamentalmente de:
- Tipo de papel
- Rotuladores
- Recursos para aprender
Tipo de papel
Lo primero es lo primero. Aunque parezca una tonteria, utilizar el papel adecuado es imprescindible. El papel que usamos normalmente tiene una superficie muy rugosa, y no es recomendable para lettering, por dos motivos:
- Las irregularidades de la superficie pueden estropear la punta del rotulador, y acortar su vida útil. A la larga, la punta se despelucha, y no consigues hacer trazos limpios y uniformes.
- El papel es más poroso, y la tinta se esparce con más facilidad, por lo que no conseguirás trazos limpios con la mayoría de rotuladores.
Los blocs de Rhodia son una gran opción para trabajar con rotuladores de punta pincel. Los tienes en varios tamaños, con y sin guías de puntos, y cada bloc lleva 80 páginas.

Por otra parte, si estás pensando en trabajar con acuarelas o en degradar tus letras con un waterbrush, necesitarás un papel un poco más gordito. Dos muy buenas opciones son los blocs de Canson, el de papel Bristol (para rotus) y el de mix media (para acuarelas).

Tipos de rotuladores
Hoy en día, existe una gran variedad de rotuladores para lettering. Su característica principal es la punta flexible, que nos permite variar el groso del trazo, en función de la presión que ejerzamos sobre el papel. Mola, ¿verdad?
La principales diferencias entre unos y otros son el tamaño de la punta y el tipo de tinta que utilicen, además de otros factores, como el diseño del propio rotulador (longitud, grosor, forma…). El diseño del rotulador hará que nos sea más o menos fácil (¡o difícil!) escribir con él, y dependerá de cada uno escoger los que mejor se adaptan a nuestra mano. Pero el tamaño de la punta y el tipo de tinta, serán importantes en función del tipo de diseño que queramos conseguir.
Tamaño de la punta
El tamaño de la punta del rotulador va a determinar el tamaño de las letras que escribiremos con él. Sí, en principio se puede escribir cualquier tamaño con cualquier rotulador, ¡pero no es para nada recomendable! Con un rotulador de punta fina, nos va a costar muchísimo hacer trazos largos para letras grandes, y con uno de punta gruesa, se nos van a amontonar los trazos si intentamos hacer letras muy pequeñas.
En las siguientes imagenes tenéis una comparativa del tipo de trazo que obtenemos con algunos de los rotuladores más conocidos, tanto de punta gruesa como de punta fina. La mejor manera de saber cómo escribe un rotulador en concreto… ¡es probarlo!


Tipo de tinta
El tipo de tinta que usa cada rotulador nos va a permitir, fundamentalmente, mezclar los colores con mayor o menor facilidad. Esto es importante no sólo para crear degradados (o blending, en inglés), sino también para poder trabajar con otro tipo de medio (como las acuarelas), sin miedo de emborronar lo que ya está escrito.
De nuevo, la mejor manera de saber si un rotulador es resistente al agua, es probándolo. Coge un trozo de papel (a ser posible, el mismo que utilizarás para la pieza final), haz varios trazos con distintos rotus, espera a que se seque, y pasa un pincel con agua por encima. Si la línea no se inmuta, ¡es resistente al agua!
En cuanto a los degradados, con algunos rotus son más sencillos que con otros, y en general, cuanto más tarde en secarse la tinta, más fácil será mezclarlos. Para ello, puedes utilizar un waterbrush (esos pinceles con depósito de agua), un blender (rotuladores con tinta incolora) o un rotulador de un color más clarito, dentro del mismo tono.

Por último, debido a su diseño y al tipo de material empleado para la punta, algunos rotus sueltan más tinta que otros. Seguro que has visto videos y comentarios sobre lo juicy que son los Ecoline o los Karin Brushmaker Pro, pero lo más seguro es que te sea más fácil empezar con rotuladores que suelen un poco menos de tinta, tipo Tombow ABT, Sakura Koi o Stationery Island. Yo sigo poniendo todo perdido (incluyéndome a mí misma), cada vez que uso los Karin… :p.
Recursos para aprender
Vale, ¡ya lo tenemos todo! El papel, los rotus, el blender, la playlist de Spotify, y el café/té que esté de moda según la estación. Y ahora, ¿cómo se ecribe con esto?
Se puede aprender brushlettering online. Internet está plagado de recursos, para todos los bolsillos. Instagram, sin ir más lejos, es una fuente inagotable de #letteringvideos. La comunidad virtual de lettering crece cada día, y son muchas las personas que comparten técnicas (básicas y no tan básicas) a través de publicaciones, stories, e IGTV.
No obstante, si tienes la ocasión de asistir a un curso presencial de brushlettering, ¡hazlo! Tener a una persona enseñándote, que fue principiante como tú en su día, y que puede corregirte errores dificílmente detectables online (como la postura, la forma de coger el rotulador, o la altura correcta de la mesa), no tiene precio. Bueno, sí, lo tiene, y aunque un curso de este tipo nos pueda suponer un esfuerzo económico, casi siempre incluyen material, e incluso un tentempié o almuerzo :p.
Si por el motivo que sea no puedes acudir a un curso presencial, pero tampoco te gusta lo de aprender digitalmente, puedes comprar un libro. Como no he probado ninguno, os voy a dejar los que a mi me llaman la atención, ¡pero vaya por delante que no cobro comisión de ningún tipo!

Y por último, para aquellas y aquellos que preguntan a google cuánto tiempo hay que hacer hacer las berenjenas en el horno, usan maps para llegar a casa de su madre, y miran si llueve en eltiempo.es en vez asomarse por la ventana (sí, para los y las que sois como yo) … INTERNET.
Busca en YouTube, únete a una comunidad de Facebook, sigue a tus letterers preferidos en Instagram. Descarga practice sheets e imprímelas en papel suavecito. Hay miles de recursos gratis, y otros cuyo precio es completamente asequible (y además, casi siempre estarás apoyando a un pequeño negocio :).
Y si buscas algo formato curso, no te olvides de la plataforma Skillshare. La mayoría de los cursos requieren una inscripción premium, pero muchos artistas ofrecen una suscripción gratuita de dos meses, que te da para aprender una barbaridad de cosas. Practica, practica y practica.
Notas finales
Ahora sí que sí, ya tienes todo lo que necesitas. Como en muchas cosas en esta vida, el proceso de aprendizaje será distinto en cada persona, y habrá mucho de prueba y error. Además de todo lo dicho, ahí van una serie de consejos finales, para darte el último empujón.
- La posición de nuestro brazo (hombro-codo-mano) es más importante de lo que parece. Si estás muy alta/o, te costará mantener la presión constante en los trazos descendentes, y si estás demasiado baja/o, te costarán los ascendentes, porque tendrás que levantar todo el peso del brazo. Ajusta la altura de la silla en función de la mesa, y prueba hasta que el codo esté más o menos en un ángulo de 90 grados.
- Los packs de rotuladores suelen ser más económicos que comprarlos sueltos uno a uno, pero es recomendable probar por lo menos uno antes (ya sea en tienda física, o comprando por unidades online), para asegurarnos de que nos acopla, y no dejar el paquete entero olvidado en un cajón.
- Los videos en Instagram suelen estar casi siempre acelerados. La duración de los videos está limitada a un minuto en los posts, y a 15 segundos en stories, por lo que muchas veces están a 2x, 3x, o 5x. Lo normal es escribir tirando a despacio, así que no te aceleres. Aquí también aplica lo de «despacito y buena letra»
- Hay rotus más caros y rotus más baratos. Dentro de unos límites, lo barato no tiene porqué ser sinónimo de malo. Si compras online, intenta comparar precios en el mayor número de sitios posibles, y considera también los costes de envío. Muchas veces hay promociones interesantes, así que ser paciente también es un buen consejo :p.
- Puedes copiar algo que le has visto a hacer a alguien para practicar. Se aprende mucho copiando y lo hemos hecho todos. Pero ten cuidado a la hora de compartir una pieza copiada en redes sociales. Lo mejor, es preguntar directamente al autor. La mayoría de ellos nos tendrán problema con que lo publiques, siempre que los cites o etiquetes correctamente. Y por supuesto, ¡nunca copies un diseño para venderlo!
- Y ya por último, practica, practica, practica y vuelve a practicar. Y guarda tus primeros trabajos para comprobar, en unos pocos meses, cuanto has progresado. Comparar es bueno, pero sólo si te comparas contigo mismo :).
¡Bienvenido a la comunidad del lettering!
Maravillosa tu primera entrada al blog??. ¡¡Esto promete!! ??
Muchas gracias Ana! Eres un amor :)!!!
Opino lo mismo, me encanta, nos vas dendo seguridad. Gracias
¿Para imprimir las plantillas con qué paprl lo hago? Gracias
Gracias Núria!!! :). Para imprimir, el papel que más recomiendan es el de HP Premium 32. El problema es que no lo comercializan en España, y los gastos de envío son carísimos. Igual podríamos hacer un grupo, pedir conjuntamente y ver si los gastos nos salen asumibles entre todos! Yo lo que hago es recortar hojas de rhodia y ponerlas en la impresora (el tamaño es prácticamente el mismo que el A4). Tengo pendiente investigar sobre papeles que sí se vendan en España. En cuanto descubra algo, lo comparto! 😉
¡¡¡Me apunto al grupo!!!!